Evidentemente lo primero que hicimos fue pedir en un bar dos cañas y unas tapitas de jamooon! Dios mío! Aquello fue como el sabor de la libertad, no se otra forma de describirlo.
Una de las cosas que mas me fastidia es que nunca sabes cuando vas a tener el visado para Arabia. Es una forma de ver y de hacer las cosas tan destina. En general la forma de vivir y de trabajar es muuuuy muy diferente, pero sobre eso os hablare mas adelante. En fin, la cuestión es que puedo pasar tranquilamente 2 meses esperando la invitación para hacer el visado. Y da igual, si presentas la solicitud 1 mes antes de que se acaba tu visado anterior y si llamas al responsable cada día con la misma pregunta: Esta lista? El problema, es que la invitación de la empresa tiene que ser aprobada por el Ministerio, así que los de la empresa te pueden ayudar poco.
En general, tengo que decir, que este país es como una especie de entrenamiento para tu paciencia...o sea si la tienes poca y quieres aumentar tu capacidad de tenerla es tu país.
Al final de todo consegui mi visado y volvi a Arabia, pero solo para 1 mes, porque luego le tocaba a mi marido renovar su visado y aparte decidimos celebrar nuestra boda, como Dios manda. Este mes no ha sido muy complicado de pasar, aunque las temperaturas crecieron muuuucho. A partir de junio no bajan de 45. Realmente, la sensación térmica no es tan fuerte, porque el aire es seco, o sea realmente el porcentaje de humedad es 0. Eso ayuda...mas o menos. Incluso en verano las mujeres no se libren de su ropa-estrella - la abaya negra...y con la cabeza y cara tapadas...uuuuffff....realmente no entiendo como viven. Mucho calor. Mucho. Un día fue a cortarle el pelo a nuestro perrico a una tienda de mascotas..eran las 9 de la mañana y solo tenían un ventilador. Yo, por supuesto, en la abaya. Todo iba bien hasta que en un momento dado empece a sentirme súper mareada...senti que me faltaba el aire y que necesitaba un poco de agua..Me senté en las escaleras..a mi alrededor hubo como 5 hombres, todos mirandome, entendiendo, que no estaba bien...pero nadie...NINGUNO me ofreció ayuda...Me sentí tan asustada entendiendo con toda la claridad que si empiezas a morir en un lugar publico de ese país te mueres...y punto. Al final espere un poquito hasta recuperar un poco las fuerzas, me levante y fue a pedir un poco de agua a uno de los dependientes.
Estoy convencida de que es una experiencia única, pero espero que no dure mucho.
